Tu mirada silenciosa


En cada pulso de mis pensamientos se guardan memorias imborrables de tiempos lejanos que fueron solo vestigios de una vida inacabada, de pérdidas y ataduras sin compresión casi olvidada…

Como aquellas tentaciones que vienen y van a cada momento, en cada encuentro, en cada mirada que no tiene fin, a veces sin buscarla, a veces queriendo encontrarla…

Y es triste mi melancolía, es como si no perteneciera a este lugar, como si no perteneciera a mi propio cuerpo, sin poder en realidad ser quien deseo ser, solo yo misma…

Deje fluir mi alma en la tuya, mis sentimientos en tus pensamientos y sin entender el por qué caí en tu silencio, en tu mirada enverdecida, en tu juego de pasos y una simple pero tan sublime atención casi desmedida…

Un juego de palabras desataba el mas mínimo indicio de sonrisa en mis labios, quizás envidia de tantas y yo sin poder hacer nada, solo esperar en silencio apaciguando mi alma…

Una mirada silenciosa dice mucho mas que una sola palabra, pues en los ojos no existen ataduras ni trabas, solo una mirada, en un segundo, como una ráfaga, que arranca mas que un suspiro, que te roba hasta la calma…

Entonces, como no entender cuanta ternura y belleza existen en tu ser? Pues aquel que tenga ojos para ver…que vea, como el viento sopla en los oídos de las hojas y el mar acaricia con sus olas las orillas…

Y me sumergí en tus ojos después de haber partido y comprendí el sonido de tu respiración en mis sentidos, fue mas que poesía, fue mas que haberte conocido…fue tu mirada silenciosa mucho mas lejos, fluyendo dentro de mi para no olvidarte, para recordar en silencio aquellos ojos, aquella simple mirada silenciosa…

Otra piel


 Cuando el cielo y la tierra se unen, solo el firmamento puede esbozar el brillo que perfila tu contorno alrededor de tu pleno espectro, agotado por la dolencia pasajera que busca otra piel para una cárcel derrotada hasta el cansancio.
                        
Como si fuera impreciso contar lunas para amar hasta el cansancio, describiendo aquellos sonidos talentosos al que solo unos pocos son capaces de aceptar como encantados.

Si plasmar en tu alma cada trazo de letras dibujadas, vuelve mis pensamientos en un mar de pasiones envueltas en estaciones, desearía poder tocar esa otra piel que te cubre desde lejos y en silencio.

Es como rayar el cosmos en un aleteo con tus alas, viniendo a pique como un ángel caído, que solo busca levantar vuelo a través de sus gemidos, enroscado en la simiente del vino que no se derrama.

Como la serpiente perdida en un fango doloroso, solo aquella flor que crece desde lo más profundo del lodo, conoce y sabe de tormentas amanecidas que aclaran las noches en sus días.

Si el dolor cubre tu espacio, deja al tiempo que escriba sus razones, deja al olvido que actúe en la soledad de tu silencio, ese silencio que grita tu nombre en mis desaciertos.

Como esa loca sensación de soñarte despierta, perdida en mis pensamientos que solo hilvanan sensaciones aturdidas de mágicas noches de lluvia al abandono de unos cuerpos sumergidos en sus más cálidas y tenues especies de una danza en movimiento que no termina.

Si lo justo fuere necesario y el tiempo tuviese su medida, no vacilaría en pedirte solo un segundo de tu vida para contarte al oído todos los secretos que guardan los sentimientos de un alma enardecida.

Si pudiera con mi labios borrar cada ilusión del pasado, mostrarte que todo pasa y así forjarme en tu destino, te robaría cada instante en el olvido, escribiendo con tintas de sangre en tu silencio, como aquella rosa negra que solo se encuentra en un jardín perdido.

Solo un segundo


Lejano como el rumbo de tus ojos,
no existe nada mas ajeno que la
propia soledad en que vives sumido
por haber elegido ser quien eres.

Si me dieras solo un segundo,
tan solo un segundo para
escabullirme en esos ojos,
para enamorarme de tu boca,
para respirar tus más íntimos
sentidos.

Solo un segundo y te besaría
desde los pies a la cabeza sin
que te dieras cuenta, sin que
pudieras percibirlo hasta los mas
íntimos de tu sentidos.

Perdernos en el espacio, en el
tiempo sin importar el por qué,
sin dar explicaciones, hasta el
punto de olvidarnos de nuestros
nombres.

Solo un segundo de tu entera
presencia para hacerte saber
el aire que respiro al verte...
desde lejos...solo un segundo.

Solo un segundo para escribir tu
nombre con sangre en mis
pensamientos y así amarte en silencio
hasta el fin de los tiempos.

Solo un segundo...

Dos almas

Dicen que dos almas se encuentran
en el momento justo en que lo
hicieron en vidas pasadas...

Dicen que dos almas se buscan en
el instante preciso en que se tocaron
sus alas...

Por eso es que te siento aunque sea
a lo lejos, perdidos los dos en el tiempo...

Y es así que dos almas se unen en lo
indecible sin saber porqué cuando más
se claman...

En un atardecer de olvido una Luna
descansó en el alba, pidiendo al Sol
divino que tan sólo por un instante
la mirara...

Y sólo así dos almas se piensan sin
entender cómo el Universo entero
conspira a favor de tu Ser que me
embriaga...

Entre tu mar y mi desierto he viajado
hasta tu morada, déjame caminar en
tu Templo y así bañarme en tus aguas s
agradas...

Y así es que dos almas se viven
inexplicablemente en la distancia,
cuando el Sol y la Luna se transmutan
en una danza...

Dicen que dos almas se encuentran
en el momento justo en que lo hicieron
en vidas pasadas...

Dicen que dos almas se buscan en el
instante preciso en que se tocaron
sus alas...

Sonido

Una música sin sonido,
un silencio en mis pies
describe un turbulento
movimiento desentendido
de armoniosas melodías…

Y es que el cuerpo no
comprende de ataduras
sin sentido, como es arriba
es abajo y como es abajo es
arriba…

Un sondeo de ideas se dibujan
en el espacio aturdido de mis
sentimientos aturdidos por no
entender lo percibido…

Y una sutil mirada resquebraja
mis sentidos sin entender aquello
que no parece a un simple sonido…

Un conjunto de sensaciones se
pierden dormidos en el olvido,
olvido de un silencio, ese silencio
solo por algunos comprendido…

El extremo norte de tu alma


Si buscara un refugio en el Universo cerca de la piel que cubre tu cuerpo, seria en lo más recóndito de tus navíos andantes en mareas atascadas de lágrimas, solo para darte en silencio un beso en el extremo norte de tu alma.

Y mas que navegarte en la oscuridad que ronda tus ataduras, a un grado corrido cercano a tus ojos, secaría cada gota de sudor caída de tu frente, para lavarme en ellas y transformarlas en rocío, solo para acariciarte en silencio en el extremo norte de tu alma.

Si necesario fuese caminar senderos pisando cada huella que has dejado para marcarme el filo de la navaja, no dudaría en retener el vino que no se derrama, solo para sentirte en silencio en el extremo norte de tu alma.

Como aquellas serpientes que se enroscan en la médula de la sabiduría, subiendo sin bajar y viendo de abajo para arriba, tratando de encontrar lo secreto, solo para pensarte en silencio en el extremo norte de tu alma.

Esta vez a dos grados corridos hacia el espejo que divisa la distancia, buscando desparecer en un instante sin sonido, como polvo que cubre la vista y tormenta que enardece los sentidos, solo para gozarte en silencio en el extremo norte de tu alma.

Aprender de cada palabra que callan tus labios, esperando no lastimar porque la soledad se ha sentado a tu lado, no dudes en verme a los ojos cada vez que sientas quererlos, solo para amarte en silencio en el extremo norte de tu alma.

Una tras otra

Como envuelta en el barro, al principio del tiempo que no fue, se oyeron vestigios de unas voces que gritaban en silencio.

Y fue una mujer que bebiendo de su sangre, abrió un sendero de sensaciones, para aquellas que se acercaron en el momento justo en que desplegaban sus
alas.

Una tras otra, haciendo de su piel las hojas en donde sellaron su historia en aquel abanico de la vida, solo para destilar unas gotas de rocío.

Y del torrente de sus venas, aplacaron el dolor de la soledad tardía, entrelazando esos sentidos muertos, para hacerlos estallar en un sonido perdido.

En la aguada se vistieron con sus lienzos, rasgando en el viento esos cuerpos que se fundieron en la arena, en una noche en que el firmamento se tiñó de centellas.

Y fue una mujer que bebiendo de su sangre, abrió un sendero de sensaciones, para aquellas que se acercaron en el momento justo en que desplegaban sus
alas.

Diana Fuster
Paraguay

Con este poema participo del cuarto Concurso de Poesía de Heptagrama.